Dora Waters

Dora Waters








Nombre Completo
Dorothea Waters
Edad
16 años (42 en realidad)
Lugar de nacimiento
Seattle
Grupo
The Others


Descripción física
Su cabello es largo y rubio, casi blanco. Su mirada risueña y profunda. Sus ojos son de gran tamaño y color verde. Es delgada y alta, de complexión débil, por ello su fuerza resulta muy extraña. Suele llevar puesto el uniforme de DHARMA, pero si no está trabajando lleva ropa negra. Siempre lleva un collar que una vez le regaló un niño del colegio que quiso ser su novio. Al poco tiempo se arrepintió de este deseo, pero Dora conserva el colgante, y lo lleva siempre puesto.

Personalidad
La evasión de la realidad es la característica más clara de la personalidad de Dora Waters. Su trauma infantil ha sido bloqueado por una fachada de imaginación sin límites. Su vida es una fantasía continua, no sabe distinguir entre la realidad y su imaginación. Es una persona eficaz, rápida, instintiva, no piensa las cosas dos veces, pero rara vez es la que se equivoca. Su mirada risueña puede engañar. No ríe naturalmente, es relativamente fácil que ría a carcajadas, pero de una manera nerviosa y descontrolada, para luego parar súbitamente y volver a su expresión risueña natural.
Su mente no ha asimilado nunca el sentimiento de amar u odiar, a mantenido alguna relación corta en la que su despreocupación y forma de ser ha hecho que no funcionase, pero nunca le ha importado ese tema.

Gustos
Las mariposas y la música.

Odios
Nunca se lo ha planteado.

Miedos
Ninguno.

Deseos
Únicamente vivir.

Habilidades
Conocimientos de medicina, facilidad para tocar la guitarra y en otras artes. Una capacidad de aprendizaje impresionante.

Debilidades
Las mariposas. Y una buena canción.


Historia


La luna fue testigo.
El grito de la mujer rasgó el aire. Él tomó su mano con fuerza, pero la esperanza se acababa en cada contracción. Él cogió a la recién nacida entre sus brazos. No lloró, la niña no emitió ni un solo sonido tras nacer. Pero él lloró por ambos, mientras los enormes ojos de Dora observaban el cadáver de la mujer que la trajo a la tierra.
Y la luna fue testigo.

Hoy se cumplen 15 años de mi primer asesinato.
Hoy cumplo 15 años.
Y hoy mi padre me ha tomado de la mano por primera vez en mucho, mucho tiempo.
Hoy es el décimo tercero día del décimo tercer mes.
Hoy cumpliré mi segundo asesinato.

Un pueblo de Seattle me vio crecer, con mi guitarra en las manos y los moratones en mi piel.
A veces me pegaban los niños de la escuela, quizás porque mi muñeca favorita era un esqueleto con un lacito rosa, o porque a pesar de pasarme el día leyendo todos los libros que caían en mis manos obtenía matrículas de honor en todas las asignaturas, o quizás porque era diferente.
A veces era él el que me pegaba, ese que me tomó entre sus brazos hace 15 años. A veces llegaba borracho del bar y descargaba su ira en mis huesos. Y yo no derramaba ni una sola lágrima. Y al día siguiente seguía distraída, mirando las nubes, y seguía sonriendo cuando veía una mariposa.
Pero hoy me ha tomado de la mano. Porque hoy empieza una nueva vida.
-Pequeña, hoy empieza una nueva vida.
Eso me había dicho.

Durante años mi guitarra me había acompañado allá donde iba, ella había sido la cura de mis heridas y hoy me acompañaba una vez más.
Había hecho las maletas esa misma mañana. En mi habitación abuhardillada aun quedaban los trozos de celo de los miles de pósters que habían cubierto las paredes. Los muebles de madera envejecida, las cortinas blancas de las que colgaban mariposas de colores que había hecho con mis manos, y las 977 grullas de origami que había ido haciendo a lo largo de mi vida.
Hago las maletas. Siempre me he resguardado en mi imaginación, en mis cuentos, en mis fantasías. A veces no sé si lo que estoy viendo es la realidad o una pesadilla. Y a veces no sé si realmente vivo en mi imaginación. Y así sobrevivo. Soñando, viajando a otros mundos, mirando desde las nubes a los presos de la realidad.

Siempre hemos vivido muy bien, un alto nivel de vida financiado por mi abuelo, el gran monstruo empresarial. Pero le han ofrecido otro trabajo, y yo tengo que ir con él. Nos recogerá un coche en la puerta de casa dentro de unos minutos.

Hace unos días me encontré con un hombre. Iba en el autobús, mirando por la ventana. Hoy hadas negras nublaban mi mente, y tenía nuevas heridas en el vientre. El hombre se sentó a mi lado. Su pelo era claro y su rostro me enseñaba una ligera sonrisa.

-Hola, Dora.
Le miré con interés, pero no me sobresalté, seguramente lo estaba imaginando.
-¿Cómo sabe mi nombre, señor?
No respondió.
-Hadas negras. Pueden ser terriblemente traicioneras.
-Sí, buscan a humanos indefensos y arrancan su piel para recubrir con ella sus alas.
-Quizás necesites esto para defenderte de ellas, ¿no crees?
El hombre me tendió una daga de plata con el mango tallado. Yo lo tomé y lo escondí dentro de mi bota.
-Gra…
Cuando alcé la cabeza, ya no estaba.


Ha llegado la hora. Él me coge de la mano.
Tomo la daga y de un solo golpe abro su garganta. No le ha dado tiempo a gritar.
Una mariposa. La sigo con la mirada.
Luego dejo la daga en el suelo y cojo las maletas, un coche negro me aguarda en la puerta.


Dora Waters llegó a la isla el día 13 de Enero.
Se siguió el procedimiento habitual. Se le facilitó una vivienda y un cargo.
Hoy sabemos que mintió con su edad. No debía haber empezado con un oficio a los 15 años, pero ahora se ha convertido en alguien imprescindible.
Su avance fue asombroso. Comenzó en la unidad de cocina, para luego trabajar en la limpieza y más tarde en las reparaciones de vehículos.
Hoy es una pieza fundamental en la unidad de investigación y no se le puede trasladar a la escuela. La señorita Waters es la encargada del estudio de la muerte de las embarazadas. Ella es la encargada del hospital y allí se ocupa de todos los casos de muertes de futuras madres.
Dora Waters solicitó una vivienda individual, no suele hablar con nadie. Se encierra en su casa y toca la guitarra hasta altas horas de la noche.
Hoy hace un mes que la señorita Waters desapareció. Se han hecho batidas por toda la isla, pero no podemos encontrarla.
Hoy, día 13 de Enero a sus 16 años, declaramos que Dora Waters a muerto.

El niño me llevó hacia la cabaña. Él me guió entre los árboles. Me cogió de la mano, y entonces yo le seguí sin dudarlo ni un segundo.
Al llegar a la puerta de la cabaña le solté la mano. Estaba sorprendida. Jamás nadie nos había mencionado esa cabaña antes. El niño había entrado, supuse, y entré detrás. Pero dentro no había nadie. No había nada. Una vieja silla, solo una vieja silla. Me giré hacia la puerta, pero tampoco estaba allí. Cuando volví la mirada el niño estaba sentado en la silla.
-¿Qué es esto?
Él sonrió.
-Esto es mi casa, Dora.
Su voz sonó adulta. Como la de un hombre, y también me sonó familiar.
De dentro de su chaqueta sacó una daga. La daga que mató a mi padre.
-¿Me recuerdas, pequeña?
Me resultó extraño que un niño me llamara “pequeña”, debía tener el doble de su edad. Pero entonces una imagen regresó como una bala a mi cabeza. La daga. El hombre del autobús.
No puedo creerlo.
-¿Tú?
-Córtate las venas, Dora.
-¿Qué?
Me tendía la daga a la vez que repetía.
-Córtate las venas.
Tomé la daga, mi sonrisa había desaparecido.
-Confía en mí. Solo quiero enseñarte una cosa.
“Es un sueño, me lo estoy imaginando”
Tomé la daga y corté mi muñeca. Pero sentí dolor. Un dolor terrible. Y cuando miré a los ojos del niño, este era un hombre. Un hombre que vestía de negro, y seguía sonriendo.
Caí al suelo, y poco después ya no vi nada.

Me desperté en mitad de la selva y mi muñeca estaba vendada. Un hombre rubio me observaba.
-¿Quién eres? ¿Vas a hacerme daño?
-No, Dora. Soy Jacob, y no pienso hacerte daño. Ya nadie podrá hacértelo.

Hoy es 13 de Enero. Se cumplen 42 años de mi nacimiento.
He vuelto a la casa que me asignaron cuando llegué a DHARMA. Aquí hay gente nueva. Sigo con mi investigación sobre las embarazadas. Y mi aspecto sigue siendo el de una muchacha de 16 años.
Sigo soñando y enamorándome de las mariposas. Sigo sin sentir nada.
Todavía hablo con Jacob, y transmito las órdenes a los demás.
Estoy encerrada en mi casa, toco la guitarra.
La luna es testigo.

Buena ficha, Dora ^^
Ahora te doy color y cierro tema. No olvides registrar tu avatar. ¡Bienvenida, ya puedes comenzar a rolear!

PD: Como tienes cierta importancia entre los Otros y tu cargo es similar al de Richard (aunque este tiene más... nivel, digamos, ha vivido muchísimo tiempo más xD), te recomiendo que hables con el resto de los personajes del foro que pertenezcan a los Otros, por mp o lo que sea. Sobre todo a Ben; para que podáis acordar qué tipo de relación tienen, cómo fue su primer encuentro, ... ese tipo de cosas, para que luego faciliten el rol entre vosotros. ^^