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En busca de medicinas
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Kate Austen
Isla
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Re: En busca de medicinas
De cuclillas junto a la puerta, pegue la oreja a esta, buscando escuchar el sonido de las pisadas de las personas que se escondian entre los arbustos del bosque. Al cabo de miseros segundo, se comenzaba a escuchar como la tierra, ya casi formando barro junto a la cantidad de agua que había caído, y que continuaba haciéndolo, se hundía bajo los pies de alguien, junto con el inconfundible sonido de las zapatillas del sujeto al pisar los charcos de agua que se habían formado. Arabelle me miro, haciendo un gesto de silencio, al cual asentí despacio, y mirando a la puerta, esperando ver pasar a esa persona y rezando que no fuera quien yo creía que era.
Al cabo de pocos segundos mas, entro una mujer. Melena rubia y buen cuerpo. Arabelle se lanzo sin miramientos a por la joven, cogiéndola del pelo con brusquedad. Yo me puse de pie junto a ella, a pocos centímetros detrás de esta. Bells la giro y pudimos ver el rostro que tanto esperaba ver de nuevo, pero que, en este momento, me hubiera gustado encontrar lejos de este lugar. -Ju...Juliet!- Exclame sorprendido, dejándome caer sobre la puerta, apoyándome en esta. Arabelle la dejo ir, sorprendida igual que yo. Realmente sorprendido al verla, lo único que hacia era mirarla y ver que estaba bien, que no le había pasado nada, y que, seguramente estaba en mejores condiciones que con nosotros, o eso esperaba pensar. Arabelle se giro de repente algo enfadada, mandándome a vigilar la puerta. Eso hice. Mirando hacia los arbustos, no conseguía ver mas que eso, plantas. Mientras escuchaba lo que Arabelle le decía a Juliet, pude ver como algo se movía entre los arbustos. Acto seguido, me escondí detrás de la puerta de la estación...
Al cabo de pocos segundos mas, entro una mujer. Melena rubia y buen cuerpo. Arabelle se lanzo sin miramientos a por la joven, cogiéndola del pelo con brusquedad. Yo me puse de pie junto a ella, a pocos centímetros detrás de esta. Bells la giro y pudimos ver el rostro que tanto esperaba ver de nuevo, pero que, en este momento, me hubiera gustado encontrar lejos de este lugar. -Ju...Juliet!- Exclame sorprendido, dejándome caer sobre la puerta, apoyándome en esta. Arabelle la dejo ir, sorprendida igual que yo. Realmente sorprendido al verla, lo único que hacia era mirarla y ver que estaba bien, que no le había pasado nada, y que, seguramente estaba en mejores condiciones que con nosotros, o eso esperaba pensar. Arabelle se giro de repente algo enfadada, mandándome a vigilar la puerta. Eso hice. Mirando hacia los arbustos, no conseguía ver mas que eso, plantas. Mientras escuchaba lo que Arabelle le decía a Juliet, pude ver como algo se movía entre los arbustos. Acto seguido, me escondí detrás de la puerta de la estación...
Lazaro Naumann- Mensajes : 33
Fecha de inscripción : 16/10/2010
Re: En busca de medicinas
-Narrador-
OFF: Dado que Jack lleva cierto tiempo ausente y la administración del foro no ha podido contactar con él para saber si va a volver o no, dejamos la participación de Jack fuera de la misión para poder continuar con esta y evitar el estancamiento de la trama del foro.
__________________________________________________________________________
Antes de que cualquiera de los dos, Jack o Kate, pudiese reaccionar tras la marcha y entrada en la estación de Juliet, una respiración agitada y el movimiento de unos arbustos sobresaltó a ambos supervivientes. Pero el sonido no venía de donde técnicamente debería estar la amenaza, es decir, de frente, sino que provenía de sus espaldas.
Tras darse media vuelta sin saber muy bien qué encontrar, vieron aparecer de entre los helechos a una mujer rubia que exclamó aliviada el nombre de Jack al verlos. Se trataba de una de las supervivientes del vuelo.
-¡Jack! Por fin te he encontrado. Ni te imaginas lo que he tardado en dar con vosotros...
La mujer, Susan, tras respirar hondo para recuperar el aliento respondió a la pregunta que Jack le hizo sobre qué diablos ocurría.
-Es Daniel. Le ha ocurrido algo. Estaba en la playa con ella cuando de repente se ha desmayado. Ninguno de nosotros ha conseguido reanimarla.
Jack frunció el ceño y permaneció inmóvil unos instantes, mirando indeciso a Susan y a la estación a la que acababa de entrar Juliet, alternativamente. Finalmente, se rindió, se puso en pie y se internó con Susan en la selva en dirección al campamento.
Re: En busca de medicinas
Kate no pudo evitar que el afán de protección que Jack parecía mostrar por Juliet le molestara, pero esta vez sí que no dejó traslucirlo, optando por guardar silencio de nuevo.
- Voy yo o iré contigo a distraerles, Juliet. ¿Qué camino tiene que tomar para llegar a las medicinas?-preguntó, negándose a dejar ir sola a la rubia. Juliet le devolvió la mirada con una sonrisa, pero insistió.
-Jack... Mira. Quédate aquí con Kate. Yo iré, echare un vistazo desde la puerta y os avisare. ¿Ok?-Kate asintió, sin ver cuál sería la reacción de Jack, aunque no pareció oponerse del todo ya que no intentó levantarse para seguirla. La rubia, sin esperar respuesta alguna, se puso en pie y se encaminó con actitud serena a la puerta abierta de la estación. Kate casi contuvo el aliento cuando Juliet alcanzó una distancia muy corta hasta la puerta, por si alguien salía o había un ataque de algún tipo. Sin embargo, nada de eso. Aunque no entró, Juliet miró hacia dentro y supuestamente no pareció ver nada, pues se volvió de nuevo hacia donde estaban ellos haciéndoles un gesto para que fuesen con ella y entró finalmente en el lugar.
Kate no se movió inmediatamente, pero incluso de haberlo pretendido, no lo habría hecho. El sonido de unos pasos corriendo hacia ellos les obligó a ambos a girarse y encararse con quien se acercase... que resultó ser una de las mujeres del campamento. Kate contempló con gran sorpresa a la mujer mientras escuchaba lo que decía y se despedía de Jack cuando finalmente este se levantó para acompañarla, algo que, según vio en su mirada, no le hacía ninguna gracia dejar a Kate y Juliet allí pero no le cabía más remedio que ayudar a Daniel. La pecosa se preguntó cómo es que Susan sabía dónde estaban, pero finalmente se encogió de hombros y se puso en pie, mirando de nuevo a las puertas vacías de la estación.
Se encaminó decidida y entró en la oscura estación antes de poder oír las palabras que provenían del interior y sin esperar en absoluto lo que se encontraría allí dentro.
- Voy yo o iré contigo a distraerles, Juliet. ¿Qué camino tiene que tomar para llegar a las medicinas?-preguntó, negándose a dejar ir sola a la rubia. Juliet le devolvió la mirada con una sonrisa, pero insistió.
-Jack... Mira. Quédate aquí con Kate. Yo iré, echare un vistazo desde la puerta y os avisare. ¿Ok?-Kate asintió, sin ver cuál sería la reacción de Jack, aunque no pareció oponerse del todo ya que no intentó levantarse para seguirla. La rubia, sin esperar respuesta alguna, se puso en pie y se encaminó con actitud serena a la puerta abierta de la estación. Kate casi contuvo el aliento cuando Juliet alcanzó una distancia muy corta hasta la puerta, por si alguien salía o había un ataque de algún tipo. Sin embargo, nada de eso. Aunque no entró, Juliet miró hacia dentro y supuestamente no pareció ver nada, pues se volvió de nuevo hacia donde estaban ellos haciéndoles un gesto para que fuesen con ella y entró finalmente en el lugar.
Kate no se movió inmediatamente, pero incluso de haberlo pretendido, no lo habría hecho. El sonido de unos pasos corriendo hacia ellos les obligó a ambos a girarse y encararse con quien se acercase... que resultó ser una de las mujeres del campamento. Kate contempló con gran sorpresa a la mujer mientras escuchaba lo que decía y se despedía de Jack cuando finalmente este se levantó para acompañarla, algo que, según vio en su mirada, no le hacía ninguna gracia dejar a Kate y Juliet allí pero no le cabía más remedio que ayudar a Daniel. La pecosa se preguntó cómo es que Susan sabía dónde estaban, pero finalmente se encogió de hombros y se puso en pie, mirando de nuevo a las puertas vacías de la estación.
Se encaminó decidida y entró en la oscura estación antes de poder oír las palabras que provenían del interior y sin esperar en absoluto lo que se encontraría allí dentro.
Kate Austen- Mensajes : 367
Fecha de inscripción : 09/09/2010
Re: En busca de medicinas
Los pasos de la rubia se aceleraron de camino a la estación, mirando el oscuro lugar con atención, intento asegurarse de que no había nadie. Al no ver indicios de persona alguna, entro despacio en la estación. De haber sabido que la lluvia había borrado las huellas de los jóvenes que allí había, hubiera entrado con mas cuidado. En cuanto dio un par de pasos bajo el techo de la estación, sintió como se le abalanzaban encima, gritando sobre sus intenciones en el lugar. Juliet intento quitárselo de encima, sin embargo, cuando se giro y pudo ver el rostro de estos, la muchacha, se quedo muda al instante.
La rubia aprovecho los segundos para separarse de ella y caminar varios pasos de espalda, separándose de ella. Cual fue la sorpresa de ella cuando vio a Lazzaro detrás de ella, al cual no dudo en dedicarle una pequeña sonrisa. Desde luego los hermanos siempre iban juntos. La rubia no respondió de inmediato a las preguntas de Arabelle. Permaneció callada, con los brazos cruzados y la expresión seria. Juliet dio un paso atrás cuando la guardiana de la estación se giro para gritar a su hermano, pero volvió a quedarse quita cuando esta regreso la mirarla, con el ceño fruncido y, al parecer, bastante cabreada. -Buen razonamiento Arabelle.- Dijo, mostrando una sonrisa burlona. Si estaba alli lo menos que podia hacer era buscar medicinas. -Asi que sino te importa, voy a seguir buscando las medicinas. Ya sabes, para jugar a los medicos.- Dijo la rubia, dando media vuelta para marcharse. Sin embargo, un grito de la muchacha hizo que se detuviera, volviendo a girarse a mirarla. De verdad, la juventud de hoy en dia no se daba por vencida...
La rubia aprovecho los segundos para separarse de ella y caminar varios pasos de espalda, separándose de ella. Cual fue la sorpresa de ella cuando vio a Lazzaro detrás de ella, al cual no dudo en dedicarle una pequeña sonrisa. Desde luego los hermanos siempre iban juntos. La rubia no respondió de inmediato a las preguntas de Arabelle. Permaneció callada, con los brazos cruzados y la expresión seria. Juliet dio un paso atrás cuando la guardiana de la estación se giro para gritar a su hermano, pero volvió a quedarse quita cuando esta regreso la mirarla, con el ceño fruncido y, al parecer, bastante cabreada. -Buen razonamiento Arabelle.- Dijo, mostrando una sonrisa burlona. Si estaba alli lo menos que podia hacer era buscar medicinas. -Asi que sino te importa, voy a seguir buscando las medicinas. Ya sabes, para jugar a los medicos.- Dijo la rubia, dando media vuelta para marcharse. Sin embargo, un grito de la muchacha hizo que se detuviera, volviendo a girarse a mirarla. De verdad, la juventud de hoy en dia no se daba por vencida...
Juliet Burke- Mensajes : 119
Fecha de inscripción : 09/09/2010
Re: En busca de medicinas
Pude escuchar con satisfacción los pasos de Lazz dirigiéndose a la puerta, tal y como le había dicho, aunque no me giré para mirarle, no quería perder de vista a Juliet después de darme cuenta de la "misteriosa distancia" que había aparecido entre nosotras tras darle la espalda unos segundos. Lo que no me gustó ni un pelo fue la sonrisa amistosa que la rubia le dirigió a mi hermano. ¿Qué creía? ¿Que estaba entre amigos? Bien, le dejaría bien claro entonces que no era así.
Mi ceño se frunció aún más si podía, asumiendo una expresión aún más de enfado que la anterior ante su respuesta de burla. Claro, ella debía de ser muy inteligente, por eso había abandonado el bando ganador. El bando de los mejores. Aunque mi expresión cambió a una sonrisa feroz al decir:
-Oh, no, tú no vas a ir a ninguna parte.-le aseguré, dándole por completo la espalda a Lazaro, dejándole a él encargarse de la puerta, para enfrentarme cara a cara a Juliet. Mi voz se iba agudizando a medida que mi enfado aumentaba mientras hablaba:- ¿De verdad crees que vamos a permitir que te lleves los medicamentos? ¡Esas medicinas están para curar a nuestra gente! ¡Son nuestros, nos pertenecen!-dije, escupiendo las palabras- ¿También quieres quitárnoslas para dárselas a ellos? ¿Permitirías que nuestra gente cayera enferma? -se me ocurrió una nueva idea y decidí usarla con un brillo malicioso en la mirada.- ¿Incluso Lazaro?-¿Todo ello para ayudar a gente, sin conocer a la mayoría de ellos? Jamás podría comprenderlo.
Mi ceño se frunció aún más si podía, asumiendo una expresión aún más de enfado que la anterior ante su respuesta de burla. Claro, ella debía de ser muy inteligente, por eso había abandonado el bando ganador. El bando de los mejores. Aunque mi expresión cambió a una sonrisa feroz al decir:
-Oh, no, tú no vas a ir a ninguna parte.-le aseguré, dándole por completo la espalda a Lazaro, dejándole a él encargarse de la puerta, para enfrentarme cara a cara a Juliet. Mi voz se iba agudizando a medida que mi enfado aumentaba mientras hablaba:- ¿De verdad crees que vamos a permitir que te lleves los medicamentos? ¡Esas medicinas están para curar a nuestra gente! ¡Son nuestros, nos pertenecen!-dije, escupiendo las palabras- ¿También quieres quitárnoslas para dárselas a ellos? ¿Permitirías que nuestra gente cayera enferma? -se me ocurrió una nueva idea y decidí usarla con un brillo malicioso en la mirada.- ¿Incluso Lazaro?-¿Todo ello para ayudar a gente, sin conocer a la mayoría de ellos? Jamás podría comprenderlo.
Arabelle Naumann- Mensajes : 53
Fecha de inscripción : 26/11/2010
Re: En busca de medicinas
Mi hermana parecía realmente cabreada con la situación. Escondido detrás de la puerta, me mantuve a la escucha de la persona que se acercaba a la estación. Pero...¿Que debía hacer? Tenia la cabeza hecha un lió... Miraba a Juliet discutir con Arabelle, deseando que, por un momento lo dejaran,y cogieran las malditas medicinas y se marcharan. ¿Que no volvería a verla? Es probable. Pero podría conformarme con esta situación.
La intensidad del sonido aumento y de repente otra mujer se asomo por la puerta de la estación. En cuanto tuvo intención de ayudar a Juliet, me abalance sobre ella, cogiéndola por la espalda, inmovilizando sus brazos. La joven intentaba librarse de mis brazos. Siendo yo mas alto que ella, al sujetarla parecía que sus piernas no tocaban el suelo, y bueno, sus patadas no es que fueran simples caricias. Un golpe contundente azoto mi nariz, haciendo que me echara hacia detrás, pero sin dejar de sujetarla.-¡Quieta! -Le ordene, apretando los brazos contra su cuerpo-Quiero ayudarte- Susurre a su oído. Al ver que mi hermana no pretendía dejarla pasar, fue lo primero que se me ocurrió. Si dejaba a la extraña que la "golpeara", podrían marcharse. Luego me echaría la culpa, cargaría con todo lo que hiciese falta con tal de ayudar a Juliet.
Al ver que la joven se había calmado un poco con lo que dije, pegue mis labios a su oído, intentado que no escuchara nada mi hermana. -Te voy a soltar... Pero prométeme...-Esto era lo mas difícil de decir- Que no le darás muy fuerte. Solo has que se desmaye.- Esperaba que entendiera lo que quería decir, ya que no lo repetiría. Comencé a dejar de hacer fuerza con los brazos- Golpeale cuando se gire- Y, cuando Arabelle estuvo distraída con Juliet, solté a la desconocida. Cuando se dirigió hacia mi hermana, tome aire.- ¡Bells, cuidado!- Le grite para que se girara...
La intensidad del sonido aumento y de repente otra mujer se asomo por la puerta de la estación. En cuanto tuvo intención de ayudar a Juliet, me abalance sobre ella, cogiéndola por la espalda, inmovilizando sus brazos. La joven intentaba librarse de mis brazos. Siendo yo mas alto que ella, al sujetarla parecía que sus piernas no tocaban el suelo, y bueno, sus patadas no es que fueran simples caricias. Un golpe contundente azoto mi nariz, haciendo que me echara hacia detrás, pero sin dejar de sujetarla.-¡Quieta! -Le ordene, apretando los brazos contra su cuerpo-Quiero ayudarte- Susurre a su oído. Al ver que mi hermana no pretendía dejarla pasar, fue lo primero que se me ocurrió. Si dejaba a la extraña que la "golpeara", podrían marcharse. Luego me echaría la culpa, cargaría con todo lo que hiciese falta con tal de ayudar a Juliet.
Al ver que la joven se había calmado un poco con lo que dije, pegue mis labios a su oído, intentado que no escuchara nada mi hermana. -Te voy a soltar... Pero prométeme...-Esto era lo mas difícil de decir- Que no le darás muy fuerte. Solo has que se desmaye.- Esperaba que entendiera lo que quería decir, ya que no lo repetiría. Comencé a dejar de hacer fuerza con los brazos- Golpeale cuando se gire- Y, cuando Arabelle estuvo distraída con Juliet, solté a la desconocida. Cuando se dirigió hacia mi hermana, tome aire.- ¡Bells, cuidado!- Le grite para que se girara...
Lazaro Naumann- Mensajes : 33
Fecha de inscripción : 16/10/2010
Re: En busca de medicinas
Lo primero que vio al entrar fue una mujer rubia de espaldas a ella, a la que relacionó enseguida con el nombre de Juliet. Sin embargo, se dio cuenta una milésima de segundo después de su error, pues la reciente miembro de los supervivientes estaba frente a la desconocida, aparentemente enfrascada en una airada conversación con esta.
No obstante, no es que Kate tuviese mucho tiempo para observar detenidamente la situación, precisamente. Nada más traspasó el umbral de la puerta unos fuertes brazos, indudablemente masculinos y que poseían más fuerza que los de ella, la rodearon, inmovilizándola los brazos, levantándola del suelo y llevando una mano a su boca cuando la morena soltó una exclamación por la sorpresa. Su primer pensamiento entonces fue que, efectivamente, Juliet les había tendido una trampa, y que se alegraba de que Jack se hubiese vuelto al campamento. El segundo, que si era una trampa no tenía sentido que estuviese discutiendo con la otra mujer rubia. Y el tercero, que tenía que soltarse como pudiese. Sin esperar más comenzó a patalear, dar codazos, cabezazos y golpes con la cadera y cualquier otra parte del cuerpo que pudiese servirle en esos momentos contra su oponente, aquel que la sujetaba. Sin embargo, a pesar de que por algún quejido ahogado debió de hacer daño a su atacante en más de una ocasión, este no aflojó ni una vez la celda sobre ella.
-¡Quieta!-exclamó, haciendo que Kate descubriese que se trataba de un chico joven por su voz. Este apretó aún más los brazos de Kate a su cuerpo, causándole dolorosas sensaciones tirantes en las extremidades. -Quiero ayudarte.-dijo entonces a su oído. Kate se quedó inmóvil, por la sorpresa, la incredulidad y la curiosidad. Tampoco es que creyese del todo que estaba de su parte, pero de todos modos se había dado cuenta de que no iba a conseguir soltarse si el otro no quería.
-Te voy a soltar...-añadió en un tono de voz que sólo ella podría escuchar. - Pero prométeme...-añadió con una extraña voz, como si lamentase decir aquello, mientras la presión sobre los brazos de Kate desaparecía.- Que no le darás muy fuerte. Solo haz que se desmaye.-rogó. Kate abrió los ojos desmesuradamente por la sorpresa, mientras su mirada se desviaba hacia la mujer rubia, evidentemente hablaba de ella. ¿Por qué hacía aquel tipo todo aquello? Por su petición, aquella mujer debía importarle. Tal vez incluso era su pareja. Entonces, ¿por qué?
Kate no tuvo mucho más tiempo para reflexionar, porque sin esperar una respuesta, el desconocido la soltó empujándola hacia delante y gritando:
-¡Bells, cuidado!-exclamó, con un tono perfecto que hacía parecer que "la prisionera se le había escapado". En aquel preciso instante, la mujer, "Bells", comenzó a girarse hacia ellos. Sabiendo que aquella era su oportunidad, apretó la mano en un puño que descargó con la fuerza necesaria sobre la cabeza de su oponente, lo más cerca de la nuca que pudo. La mujer, que al ver su rostro descubrió que también era joven, tal vez de su edad, puso los ojos en blanco y se desplomó sobre el suelo, perdiendo la consciencia.
Tras el seco sonido que produjo su cuerpo al caer al suelo se produjo un extraño silencio en el que pareció que el tiempo se detenía. Esta sensación desapareció cuando el joven que había agarrado a Kate salió desde detrás de ella para acercarse a Bells. Se agachó a su lado y le agarró la cabeza con cuidado. Kate pudo notar infinito cariño en sus gestos, lo que aumentó su anterior idea. Desviando la mirada de la pareja, alzó la cabeza hacia Juliet.
-¿A qué esperas? Ve, coge las medicinas ahora que podemos. -añadió con tono urgente. ¿Y si la joven despertaba? ¿O el muchacho cambiaba de opinión?
Cuando Juliet desapareció, internándose por los pasillos de la estación, la morena se volvió con rostro inescrutable hacia el joven.
-¿Por qué lo has hecho?-inquirió con voz extraña.- Ella es importante para ti.-era evidente.- ¿Por qué nos has ayudado entonces?-además, era obvio que los Otros debían odiar a Juliet, cuando vieron que les traicionaba con lo de las embarazadas y por ello murieron varios de los suyos. Aquello aumentaba aún más la hazaña del muchacho pero hacía más incomprensibles sus actos.
No obstante, no es que Kate tuviese mucho tiempo para observar detenidamente la situación, precisamente. Nada más traspasó el umbral de la puerta unos fuertes brazos, indudablemente masculinos y que poseían más fuerza que los de ella, la rodearon, inmovilizándola los brazos, levantándola del suelo y llevando una mano a su boca cuando la morena soltó una exclamación por la sorpresa. Su primer pensamiento entonces fue que, efectivamente, Juliet les había tendido una trampa, y que se alegraba de que Jack se hubiese vuelto al campamento. El segundo, que si era una trampa no tenía sentido que estuviese discutiendo con la otra mujer rubia. Y el tercero, que tenía que soltarse como pudiese. Sin esperar más comenzó a patalear, dar codazos, cabezazos y golpes con la cadera y cualquier otra parte del cuerpo que pudiese servirle en esos momentos contra su oponente, aquel que la sujetaba. Sin embargo, a pesar de que por algún quejido ahogado debió de hacer daño a su atacante en más de una ocasión, este no aflojó ni una vez la celda sobre ella.
-¡Quieta!-exclamó, haciendo que Kate descubriese que se trataba de un chico joven por su voz. Este apretó aún más los brazos de Kate a su cuerpo, causándole dolorosas sensaciones tirantes en las extremidades. -Quiero ayudarte.-dijo entonces a su oído. Kate se quedó inmóvil, por la sorpresa, la incredulidad y la curiosidad. Tampoco es que creyese del todo que estaba de su parte, pero de todos modos se había dado cuenta de que no iba a conseguir soltarse si el otro no quería.
-Te voy a soltar...-añadió en un tono de voz que sólo ella podría escuchar. - Pero prométeme...-añadió con una extraña voz, como si lamentase decir aquello, mientras la presión sobre los brazos de Kate desaparecía.- Que no le darás muy fuerte. Solo haz que se desmaye.-rogó. Kate abrió los ojos desmesuradamente por la sorpresa, mientras su mirada se desviaba hacia la mujer rubia, evidentemente hablaba de ella. ¿Por qué hacía aquel tipo todo aquello? Por su petición, aquella mujer debía importarle. Tal vez incluso era su pareja. Entonces, ¿por qué?
Kate no tuvo mucho más tiempo para reflexionar, porque sin esperar una respuesta, el desconocido la soltó empujándola hacia delante y gritando:
-¡Bells, cuidado!-exclamó, con un tono perfecto que hacía parecer que "la prisionera se le había escapado". En aquel preciso instante, la mujer, "Bells", comenzó a girarse hacia ellos. Sabiendo que aquella era su oportunidad, apretó la mano en un puño que descargó con la fuerza necesaria sobre la cabeza de su oponente, lo más cerca de la nuca que pudo. La mujer, que al ver su rostro descubrió que también era joven, tal vez de su edad, puso los ojos en blanco y se desplomó sobre el suelo, perdiendo la consciencia.
Tras el seco sonido que produjo su cuerpo al caer al suelo se produjo un extraño silencio en el que pareció que el tiempo se detenía. Esta sensación desapareció cuando el joven que había agarrado a Kate salió desde detrás de ella para acercarse a Bells. Se agachó a su lado y le agarró la cabeza con cuidado. Kate pudo notar infinito cariño en sus gestos, lo que aumentó su anterior idea. Desviando la mirada de la pareja, alzó la cabeza hacia Juliet.
-¿A qué esperas? Ve, coge las medicinas ahora que podemos. -añadió con tono urgente. ¿Y si la joven despertaba? ¿O el muchacho cambiaba de opinión?
Cuando Juliet desapareció, internándose por los pasillos de la estación, la morena se volvió con rostro inescrutable hacia el joven.
-¿Por qué lo has hecho?-inquirió con voz extraña.- Ella es importante para ti.-era evidente.- ¿Por qué nos has ayudado entonces?-además, era obvio que los Otros debían odiar a Juliet, cuando vieron que les traicionaba con lo de las embarazadas y por ello murieron varios de los suyos. Aquello aumentaba aún más la hazaña del muchacho pero hacía más incomprensibles sus actos.
Kate Austen- Mensajes : 367
Fecha de inscripción : 09/09/2010
Re: En busca de medicinas
Juliet dejo caer los brazos a ambos lados de su cuerpo, cansada de la conversación que le estaba dando la chica. No pensaba hacerle caso. Ya no eran mas los suyos, no tenia por que hacer nada por ellos. ¿Quien de todos esos que llamaba Arabelle "compañeros" la ayudo cuando Benjamín la tenia retenida en contra de su voluntad, sin dejar que saliera de la isla? Nadie, ninguno de ellos intento ayudarla. ¿Por que tendría que pensar en ellos ahora que era "libre", que podía hacer lo que quisiera?
-¡¿Nuestra gente?! ¿Que han hecho ellos por ti Arabelle? - Pregunto, casi riendo. En ese mismo instante entro Kate por la puerta. no podía ser menos oportuna.¿Y Jack? En cuanto cruzo el umbral Lazzaro se le tiro encima, cogiéndola con fuerza. Mantuvo la mirada sobre la de Arabelle. -Cuando veas que toda tu gente te da la espalda. Recuerda lo que yo he hecho, por que quizás tu también tengas que hacerlo...- Le dijo, agachando un poco el rostro, y luego volviendo a dirigirla la mirada. Se cruzo de brazos y miro intermitentemente a la rubia y a su compañera, retenida en los brazos del chico. Para que, de un momento a otro, esta dejo de ejercer resistencia al chico. Volviendo a dirigirse a la joven, pudo ver como Kate era liberada. -Recuerda lo que te he dicho- Le recordó. Luego, cayo al suelo desplomada. Juliet dio unos pasos atrás al ver el golpe que le dio Kate.
-No tardare- Contesto a las ordenes de Kate. Corriendo lo mas rápido que pudo, abrió una tras otra las puertas de la estación, hasta encontrar la que buscaba. Dejo caer sus cosas y busco entre los armarios y pequeños frigoríficos que había. Cogiendo un par de muestras de cada, las fue metiendo en la mochila con cuidado. Dejo un par de medicinas para ellos. No es que les importara. Solo había un par de personas que llegaban a conseguirlo. Regreso a toda prisa junto a Kate. Al llegar, Arabelle aun seguía tirada en el suelo, apoyada sobre el regazo de su hermano. -Ya podemos irnos, Kate. ¿Donde esta Jack?- Pregunto. Si el hubiera estado allí todo hubiera sido mas fácil.
Se acerco a Lazz, cuando Kate se dirigía a la puerta. Se agacho a su lado y miro el rostro de Arabelle. Parecía estar bien. Luego miro a Lazzaro y dejo un pequeño beso en su mejilla.- Gracias, Lazz- Le dijo con una sonrisa.- Procura no meterte en líos- se levanto y siguio a Kate, pasando la puerta de la estación.
-¡¿Nuestra gente?! ¿Que han hecho ellos por ti Arabelle? - Pregunto, casi riendo. En ese mismo instante entro Kate por la puerta. no podía ser menos oportuna.¿Y Jack? En cuanto cruzo el umbral Lazzaro se le tiro encima, cogiéndola con fuerza. Mantuvo la mirada sobre la de Arabelle. -Cuando veas que toda tu gente te da la espalda. Recuerda lo que yo he hecho, por que quizás tu también tengas que hacerlo...- Le dijo, agachando un poco el rostro, y luego volviendo a dirigirla la mirada. Se cruzo de brazos y miro intermitentemente a la rubia y a su compañera, retenida en los brazos del chico. Para que, de un momento a otro, esta dejo de ejercer resistencia al chico. Volviendo a dirigirse a la joven, pudo ver como Kate era liberada. -Recuerda lo que te he dicho- Le recordó. Luego, cayo al suelo desplomada. Juliet dio unos pasos atrás al ver el golpe que le dio Kate.
-No tardare- Contesto a las ordenes de Kate. Corriendo lo mas rápido que pudo, abrió una tras otra las puertas de la estación, hasta encontrar la que buscaba. Dejo caer sus cosas y busco entre los armarios y pequeños frigoríficos que había. Cogiendo un par de muestras de cada, las fue metiendo en la mochila con cuidado. Dejo un par de medicinas para ellos. No es que les importara. Solo había un par de personas que llegaban a conseguirlo. Regreso a toda prisa junto a Kate. Al llegar, Arabelle aun seguía tirada en el suelo, apoyada sobre el regazo de su hermano. -Ya podemos irnos, Kate. ¿Donde esta Jack?- Pregunto. Si el hubiera estado allí todo hubiera sido mas fácil.
Se acerco a Lazz, cuando Kate se dirigía a la puerta. Se agacho a su lado y miro el rostro de Arabelle. Parecía estar bien. Luego miro a Lazzaro y dejo un pequeño beso en su mejilla.- Gracias, Lazz- Le dijo con una sonrisa.- Procura no meterte en líos- se levanto y siguio a Kate, pasando la puerta de la estación.
Juliet Burke- Mensajes : 119
Fecha de inscripción : 09/09/2010
Re: En busca de medicinas
La expresión hastiada de Juliet casi me sacó de mis casillas. Oh, vaya, ¿la estaba aburriendo? Qué pena, tal vez deberíamos posponer esta conversación y dejarla para otro momento - pensaba para mis adentros con rabia.
Su pregunta, que por el tono era evidente que Juliet la hacía como si fuese retórica, para mí no lo fue en absoluto. Respondí con la mandíbula apretada al instante, defendiendo a los míos. Porque sí, Juliet, que era la que nos había abandonado y traicionado a nosotros, y no tenía el menor motivo para poner en duda lo que nosotros hacíamos o dejábamos de hacer.
-Te diré lo que hicieron por mí.-prometí, hablando entre dientes. - Cuando todo el mundo menos Lazaro pareció haberme dado la espalda, cuando pensé que Dios me había abandonado, llegué a este lugar, el cual me devolvió la capacidad de ver. -vale, aquello no era mérito de ellos, sino de la Isla, pero lo de los nuestros vendría a continuación.- Nuestra gente fueron los primeros después de años que se acercaron a mí y me trataron, no solo como si fuese alguien completamente normal, sino como una persona especial. Importante. ¿Tienes alguna idea de lo que eso pudo significar para mí?-era evidente que no. Juliet jamás lo comprendería.
Escuché sus siguientes palabras y no logré salir del estupor que me causaron hasta pasados unos segundos. Sin embargo, después lo que dijo dejó paso a la furia y la rabia por sus intenciones de compararme con ella. Había una diferencia abismal entre ambas. Yo sabía apreciar lo que tenía, ella no. Avancé hasta Juliet y la agarré con fuerza de su camisa, retorciendo la tela en mi mano para atraerla hacia mí.
-Escúchame bien, Juliet, porque no lo repetiré. Jamás abandonaré a los míos. -dije "míos" y no "nuestros", sabiendo que ella captaría aquella sutileza.- Y ellos jamás me fallarán.-señalé con férrea convicción, con una fe ciega que no me sorprendió.
En aquel preciso instante fue cuando escuché el grito de advertencia de mi hermano. Preparándome para defenderme previendo un ataque, solté a Juliet y comencé a girarme sobre mí misma para encararme con quien fuese que intentaba ayudar a la rubia y que mi hermanito no había conseguido detener. Sin embargo, él o ella debía de estar ya a mi lado esperándome, porque antes de dar media vuelta escuché un ruido seco muy cerca de mi oído. Medio segundo después sentí el punzante dolor en la nuca, y la oscuridad se cernió sobre mí.
Mi último pensamiento antes de caer en las negras aguas de la inconsciencia fue que sabía que, en esta ocasión, al despertar volvería a ver. Porque, si la Isla me había bendecido devolviéndome la visión, no me la arrebataría ahora.
Su pregunta, que por el tono era evidente que Juliet la hacía como si fuese retórica, para mí no lo fue en absoluto. Respondí con la mandíbula apretada al instante, defendiendo a los míos. Porque sí, Juliet, que era la que nos había abandonado y traicionado a nosotros, y no tenía el menor motivo para poner en duda lo que nosotros hacíamos o dejábamos de hacer.
-Te diré lo que hicieron por mí.-prometí, hablando entre dientes. - Cuando todo el mundo menos Lazaro pareció haberme dado la espalda, cuando pensé que Dios me había abandonado, llegué a este lugar, el cual me devolvió la capacidad de ver. -vale, aquello no era mérito de ellos, sino de la Isla, pero lo de los nuestros vendría a continuación.- Nuestra gente fueron los primeros después de años que se acercaron a mí y me trataron, no solo como si fuese alguien completamente normal, sino como una persona especial. Importante. ¿Tienes alguna idea de lo que eso pudo significar para mí?-era evidente que no. Juliet jamás lo comprendería.
Escuché sus siguientes palabras y no logré salir del estupor que me causaron hasta pasados unos segundos. Sin embargo, después lo que dijo dejó paso a la furia y la rabia por sus intenciones de compararme con ella. Había una diferencia abismal entre ambas. Yo sabía apreciar lo que tenía, ella no. Avancé hasta Juliet y la agarré con fuerza de su camisa, retorciendo la tela en mi mano para atraerla hacia mí.
-Escúchame bien, Juliet, porque no lo repetiré. Jamás abandonaré a los míos. -dije "míos" y no "nuestros", sabiendo que ella captaría aquella sutileza.- Y ellos jamás me fallarán.-señalé con férrea convicción, con una fe ciega que no me sorprendió.
En aquel preciso instante fue cuando escuché el grito de advertencia de mi hermano. Preparándome para defenderme previendo un ataque, solté a Juliet y comencé a girarme sobre mí misma para encararme con quien fuese que intentaba ayudar a la rubia y que mi hermanito no había conseguido detener. Sin embargo, él o ella debía de estar ya a mi lado esperándome, porque antes de dar media vuelta escuché un ruido seco muy cerca de mi oído. Medio segundo después sentí el punzante dolor en la nuca, y la oscuridad se cernió sobre mí.
Mi último pensamiento antes de caer en las negras aguas de la inconsciencia fue que sabía que, en esta ocasión, al despertar volvería a ver. Porque, si la Isla me había bendecido devolviéndome la visión, no me la arrebataría ahora.
Arabelle Naumann- Mensajes : 53
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