Arabelle Naumann

ARABELLE NAUMANN



Arabelle Freida Naumann
26 años
Berlín, Alemania
Grupo Los Otros

Descripción física
Su larga melena rubia clara, más abajo de la altura de los hombros, brillante como un diamante, cae en ondas graciosas y algún que otro rizo sobre su espalda. Sus ojos son azules, muy claros y fríos, del mismo azul que despide el reflejo del hielo. Su piel es pálida, blanquecina, tersa y suave. Cuando se sonroja, o se enfada, adquiere un adorable tono sonrosado en las mejillas. De una estatura normal tirando a alta, rondando el 1'70 m y delgada. Tiene una bonita sonrisa, con dientes muy blancos y alineados, que acostumbra a esbozar a menudo.

Personalidad
Arabelle es una persona compleja, la contradicción hecha mujer. En la mayoría de las personas que cambian en su vida, hay un antes y un después, dos etapas diferentes en su vida. En la de Arabelle ha habido tres. La primera, fue desde que nació, hasta quedarse ciega. Era una mujer práctica, responsable, muy suya en varios aspectos, apasionada, a veces algo soberbia y egoísta, pero amante de los suyos. Cuando murieron sus padres, Arabelle adquirió una enternecedora faceta de madre para con su hermano, el cual apenas había entrado en la adolescencia, e intentó por todos los medios que su sufrimiento por la muerte de sus padres fuese menor. En la segunda etapa, cuando quedó ciega, se convirtió en una silenciosa mujer, amargada, sarcástica, algo cínica, y a la vez terriblemente asustada de todo, pensando que todo la podría hacer daño. No habría podido seguir hacia delante de no ser por la ayuda de su hermano, que así la devolvió el favor. La tercera etapa, fue cuando llegó a la isla. El curarse allí la fascinó, enseguida comprendió la importancia y lo especial que era aquel lugar. Tampoco se resistió a los Otros, sino que aceptó unirse a ellos de buena gana. Allí, en la isla, entre los Otros, se ha convertido en una mujer algo más "espiritual". Sigue queriendo a su hermano, admira a Ben y está algo obsesionada por que éste la valore, admita su potencial.

Gustos
La lectura, pintar, el deporte... todo aquello para lo que necesite la vista, la cual no duda en utilizar ni un minuto.

Odios
Arabelle no ama en absoluto a Ben, sino que más bien desea convertirse en "su favorita". Por eso, en cierto modo odia a Juliet, ya que Ben la prefiere a ella y ésta, encima, no valora ese privilegio.

Miedos
Tiene miedo a sufrir, a que la hagan daño. Tanto física, como psicológicamente. Tiene miedo a hacer algo mal, y ganarse el rechazo u odio de Ben. Nunca se ha enamorado, puesto que aunque pueda parecer que lo está con Ben no es así, pero ello no quiere decir que ella no crea en el amor; y teme entregarle su corazón a alguien que se lo vaya a romper.

Deseos
Convertirse en la favorita de Ben; y también desearía ir a ver a Jacob, aunque sabe que es algo imposible.

Habilidades
Es una mujer fuerte, inteligente. Entre los Otros ha aprendido técnicas de lucha, tanto para atacar como para defenderse; y aunque recurre a la violencia como último recurso, no dudará en usarla si lo cree necesario. Tiene poder como oradora.

Debilidades
Debilidades emocionales, los suyos son la mayor debilidad de Arabelle. Sus miedos también suponen una gran debilidad para ella.

Historia
Descendientes de un famoso y alto oficial nazi, cercano a Hitler, Arabelle y su hermano pequeño, Lazaro, al cual sacaba 5 años, crecieron con comodidades en una familia adinerada y bien posicionada en Berlín. Podría decirse que su infancia fue feliz, si bien sus padres murieron en un accidente de coche cuando ella tenía 19 años y Lazaro, tan sólo 14. Sin embargo, Arabelle, al ser ya mayor de edad, pudo ocuparse. Siguiendo ambos con sus estudios y viviendo de la amplia herencia que habían recibido, ambos continuaron con su vida, intentando superar su triste pérdida.
Sin embargo, cuando Arabelle tenía tan sólo 22 años, y Lazaro 17, algo horrible pasó. Arabelle y Lazaro, cuando paseaban en una zona de la ciudad poco concurrida, de noche, fueron asaltados por unos judíos, descendientes de víctimas judías. Se metieron con ellos. Arabelle quiso seguir andando y hacerles caso omiso, pero Lazaro respondió a sus ofensas del mismo modo. Cuando uno de los judíos insultó fuertemente a su hermano, Arabelle reaccionó, enfurecida, y continuó con la pelea verbal, enojando a los judíos, que comenzaron a pegarles. Arabelle recibió un fuerte golpe en la cabeza cuando cayó al suelo por un empujón y se golpeó terriblemente contra este. Despertó tres días después, en el hospital. Su hermano tenía algunas heridas, un par de costillas rotas, pero nada más. En cambio, el golpe que recibió Arabelle en la cabeza afectó a una zona de su cerebro, provocando que perdiese irremediablemente la visión de forma definitiva.
Pasaron los años. Tres, concretamente. Lazaro se había volcado de lleno en su hermana, ayudándola en todo lo que podía, sin tener en cuenta las malas contestaciones que en ocasiones recibía, fruto de la amargura que invadía a Arabelle por su desgracia. Esta no se había repuesto, no lo había superado. Para ella, nada habría podido ser peor que quedarse ciega. Tuvo que dejar la carrera que había estado estudiando: Bellas Artes, pues quería ser pintora. Después de aquellos tres años, fue cuando Lazaro, que ya no sabía qué hacer, decidió dos cosas. La primera, mudarse. Ellos eran millonarios, tenían un barco propio y Lazaro pudo comprar una casa en una isla exótica del Pacífico. La segunda, él oyó hablar de un curandero en Australia que había hecho milagros, curando enfermedades que ni los mejores médicos y cirujanos habían conseguido arreglar. Así pues, convenció a su hermana para viajar a Australia y, después de estar allí, viajar a su nueva casa en aquella islita. Sin embargo, el curandero australiano nada pudo hacer por ella. Hermana y hermano desesperanzados, montaron en el barco y pusieron rumbo a su isla en el Pacífico. Sin embargo, durante su viaje, una fuerte tormenta los sorprendió. Intentando evitarla, Lazaro cambió de rumbo... pero eso no evitó que naufragasen en una isla. Pero no en la isla a la que tenían pensado llegar, ni por asomo. La isla curó la ceguera de Arabelle, que, maravillada, recuperó la visión, aquello que tanto había echado de menos. Enseguida comprendió la importancia de aquel lugar. Los Otros no tardaron en enterarse de su llegada a la isla, hecho que ocurrió hace un año. Cuando los Otros descubrieron que la isla había curado la ceguera de Arabelle, comprendieron que los hermanos debían ser especiales, por lo que olvidaron su primera intención de matarles, y los unieron a su grupo. Y así pasaron un año, bajo el mando de Benjamin Linus.