Acampando...de nuevo. {Arabelle}

Dia 0, 18:37 pm

Desde que habiamos dejado los barracones pasabamos el dia caminando... Todo para llegar a un pequeño en el que acampar todos. Habiamos dejado atras a Juliet... ¿Porque?! ¿Porque tuvo que irse con ellos?! No lo entendia... Y, ademas, Ben no me hacia ni caso, y mi hermana no hacia mas que ir detras de él. No habia quien la entendiera... Me dispuse a empezar a hacer mi pequeña c"choza", si se le podia llamar asi. Pero, necesitaba la ayuda de mi hermana, la cual, no aparecia por ningun sitio...

-¡Bells!! - Grite entre la gente, buscando oir su voz entre los pocos que quedabamos en el campamento. Vi a Ben a lo lejos y spuse que estaria por alli, cerca de él... Suspire, y me encamine. Aun gritando su nombre continuamente. -¡Arabelle! ¡Ara! - Seguia gritando.- ¡Como no salgas dormiras fuera! - Le grite, a ver si con una pequeña amenaza se dignaba a salir de su escondite. Preferia dormir con ella antes que con otro del campamento. Llevabamos ya bastante tiempo con ello, pero no terminaba de caerme bien nadie. Solo Juliet, pero...se fue. Asi que solo me queda mi hermana. Y, antes de que se vaya a dormir con Ben, prefiero arrastrarla a mi choza...

Off: ¿Dormir con Ben? *A Arabelle le da un ataque de risa xD*

Todo había sido muy raro y precipitado. Habíamos dejado los barracones sin que nadie nos diese una razón especialmente lógica, y habíamos tenido que recoger nuestras cosas y caminar sin parar hasta algún lugar en el que trasladarnos. Pero, en fin, si Ben había dado la orden, por algo sería, ¿no? No debíamos cuestionar demasiado.

Pero eso no era todo. Con nosotros había venido uno de ellos, ni más ni menos. Uno de los supervivientes... John, creo que se llamaba. ¿Qué hacía él aquí? Y más extraño aún era el modo en que se trataban él y Ben. Por ello, había aprovechado que todos estaban más o menos acostumbrados, pese a mi corta estancia en la isla, a que fuese una de las más cercanas a Ben para estar por allí cerca e intentar enterarme de algo. Por desgracia, no me había enterado de mucho.

Cuando llegó, por fin, la hora de parar y acampar, me paré a descansar un momento. Luego, miré a ver si Ben necesitaba ayuda para montar su tienda, pero resultó estar muy ocupado charlando con el calvo ese. Así pues, me giré para marcharme, cuando oí a mi hermano gritando por ahí, para variar. Sonreí y salí a su encuentro. Tenía cara de disgusto.

-Venga, tonto, no pongas esa cara. Vamos a montar la tienda.-le dije, cogiéndole de la mano, y tirando de él hacia donde, por lo visto, un rato antes él solo había intentado montarla. Hice caso omiso a su anterior mohín, cuando acudí a su llamada. Suponía por qué sería, pero el hecho de que Juliet ya no estuviese con nosotros no hacía sino alegrarme. Aunque, en cierto modo, no podía evitar sentir rabia por su traición. ¿Cómo había sido tan estúpida de... cambiar de bando?

Continué buscando a mi hermana...que, como tardara mas, dejaria de serlo durante algunos dias. Vi a Ben a lo lejos, hablando con el nuevo inquilino en este hotel de 5 estrellas en el que nos encontrábamos... Uno de los supuestos supervivientes, o algo así. No me interesaba. Solo sabia que se habían llevado a mi Juliet con ellos. Empezaban con mal pie. De repente, y sin previo aviso, mi hermana salio de su escondite, por así decirlo. O puede que simplemente no preste mucha atención.

-¿Como que tonto? - Le dije refunfuñando un poco. Me "arrastro" hacia donde había comenzado a montar la tienda. Comenzado...Ya que solo no podía hacer mucho y yo era mas patosa que un pato con zapatillas. En fin... La mire atentamente, mientras comenzábamos a montar la tienda. -¿Donde te habías metido..?- "Otra vez siendo el perrito de Ben..." Suspire solo con pensarlo. -Apenas te he visto mientras nos mudábamos a este motel...- Le dije, realmente preocupado. La verdad es que la quería mucho. Era lo único que me quedaba... No quería separarme de ella.

-¿Como que tonto?-rezongó él. Puse los ojos en blanco, siempre quejándose por todo. Protestón. Comenzamos a montar la tienda, ayudándonos y colaborando sin necesidad de palabras cada vez que necesitábamos algo; nos conocíamos demasiado bien.-¿Dónde te habías metido...?-me preguntó al cabo de un rato. Al oír su suspiro alcé los ojos y me topé con su mirada y, aunque no lo dijera, supe a la perfección lo que pensaba. Le dirigí una mirada de advertencia.-Apenas te he visto mientras nos mudábamos a este motel...-siguió, con preocupación. Al notar este nuevo tono, de nuevo volví a medio sonreir, mientras me encogía de hombros con despreocupación.

-He estado... investigando. Sobre ese nuevo, ya sabes, el de ellos.-con "ellos", Lazaro sabría que me refería a los supervivientes. Evité decir que a diferencia que él, que había estado como un zombi desde que supo que la traidora de Juliet se había ido.- Él y Ben se comportan de un modo extraño.-dije, hablando más bajo.

Su despreocupacion por el asunto me comia por dentro... No me habia visto y simplemente se encoge de hombros. Muy bonito. Suspire y segui montando lo que seria nuestra tienda, o por lo menos a eso esperaba que se pareciera al terminarla. Arabelle continuo hablando , refiriendose a es "calvo" como uno de ellos. Uno de los que estan en la playa, tranquilos, intentando salir de aqui...lo que deberia estar haciendo yo. su tono de voz disminuyo, mencionando el comportamiento de Ben. El cual, para mi, era de lo mas habitual...

-Bueno... Ben siempre ha sido asi de extraño. Es muy rarito- Mencione despreocupado. No queria hacerle saber a Bells mi total odio hacia Ben, pero..de vez en cuando, le soltaba alguna muestra de desprecio... -Él siempre anda con sus secretos y mentiras. Ocultando cosas, sin mencionar nada a los demas...- O por lo menos, yo no me enteraba de nada...

Miré a mi hermano de reojo mientras seguía atando cuerdas, amarrando la tela y, en general, preparando la tienda. Era complicado, y con la oscuridad de por la tarde aún más. Lazaro puso mala cara cuando me encogí de hombros, aunque estaba escuchando lo que le decía. Vaya, no me había preocupado aunque no le hubiese visto durante el viaje porque, bueno, tampoco le iba a pasar nada. Simplemente nos trasladábamos. ¿Qué iba a pasar? Ben nos hubiera avisado de ser peligroso.

-Bueno... Ben siempre ha sido asi de extraño. Es muy rarito.-emití un sonoro suspiro de resignación al oírle, había escuchado esas mismas palabras tantas veces...-Él siempre anda con sus secretos y mentiras. Ocultando cosas, sin mencionar nada a los demas...-en ese momento, le miré con el ceño fruncido, deteniendo momentáneamente lo que estaba haciendo. Tras comprobar que no había nadie cerca que hubiese podido oir al atolondrado de mi hermano, volví a posar la mirada ceñuda en este y comencé a hablar.

-¿Cómo que mentiras? ¿Qué mentiras? Ben no miente; y si oculta cosas, sus razones tendrá. Como, por ejemplo, que gente desconfiada no vaya a creerle o entenderle.-dije, mirando a Lazaro significativamente, para que se diera por aludido.

Tras haber habado yo, mi hermana detuvo en seco sus actos. Mirándome de mala gana, la mire, prácticamente sonriendo. No es que me gustara verla enfadada conmigo, ni mucho menos. Pero me hacia gracia la forma en la que respondía al escuchar algún comentario ofensivo hacia Ben. Escuche lo que dijo, notando como quería darme a entender que yo era uno de aquellos a los que les ocultaba cosas. Pero... ella no se daba cuenta, que, como bien ha dicho, a ella tampoco le cuenta todo.

-Pero, si se supone que todos estamos en el mismo bando. ¿Porque ocultar cosas hermanita...? ¿Por que no decirnos las cosas tal y como son? Lo que esta ocurriendo , lo que puede que nos suceda...- no me gustaba aquello. Desde el primer día en el que cayo aquel avión ha muerto gente, hemos secuestrado a algunos de ellos, han muerto algunos de los nuestros, suyos...todos. ¿Porque secuestrar a los niños? ¿Porque a todo...? La verdad... no entendía nada... La mire confundido, mientras continuaba con la intención de seguir con nuestra vivienda provisional. -Venga... Sigamos... -Le dije alentándola a proseguir con la tarea. No quera ver esa mirada que me dirigía... No me gustaba nada...

Al ver a mi hermano casi sonreír, aunque algo a regañadientes, deshice mi ceño fruncido y elevé ligeramente una de mis comisuras. Tampoco quería enfadarme con él, no me gustaba hacerlo.

-Pero, si se supone que todos estamos en el mismo bando. ¿Porque ocultar cosas hermanita...? ¿Por que no decirnos las cosas tal y como son? Lo que esta ocurriendo , lo que puede que nos suceda...-dijo él, tozudo como una mula. Esperé en silencio a hablar, mientras hacía caso a su petición y reanudaba mi actividad con las cuerdas de la tienda.

-Un líder debe exponerse a cargar con el peso de la soledad. Si contase todo, imagina la cantidad de disputas, peleas, que podría haber entre los que estuviesen de acuerdo y los que no...-dije.- Todo lo que hace, lo que hacemos, es por el bien de la isla. Jacob lo quiere así.-estuve a punto de decirle que también dábamos a los niños una vida mejor, pero me mordí la lengua, pensando que a lo mejor, aquel comentario irritaría a Lazaro.

Jacob, Jacob, Jacob. siempre hablaban de Jacob pero yo nunca lo habia visto. Nunca. Y creo que ellos tampoco. Hablan mucho de él, de lo que tenemos que hacer. ¿Por que? Porque lo dice Jacob. Estaba cansado de oír cosas sobre él. Mire a Arabelle confuso. Pensando si de verdad ella se creía lo que estaba diciendo. Me acerque a ella, dejando todo loq ue estaba haciendo. De pie a su lado, movi su pelo, susurrandole.

-¿De verdad cees que Jacob existe? ¿Le has visto alguna ves? ¿Le has , siquiera, oido decir algo? - La mire, cogiendo su barbilla sutilmente, haciendo que me mire.-Yo no. -Afirme.- Y no creo que se verdad...- La mire creyendome realmente todo lo que decia. Y, esperando, que no fuera corriendo a Ben a contarselo todo...

Lazaro reaccionó enseguida en cuanto pronuncié el nombre de Jacob. Maldita sea, ¿es que no podíamos montar la tienda en paz?

-¿De verdad cees que Jacob existe? ¿Le has visto alguna vez? ¿Le has , siquiera, oido decir algo?-cuando empezó a hablar moviendo mi pelo le miré, pero después, cuando dijo aquello último, fruncí los labios y desvié los ojos sin decir nada. No obstante, mi hermano no me lo permitió, agarrándome el mentón y obligándome, sin hacerme daño pero sin permitirme otra cosa, a sostenerle la mirada.- Yo no. Y no creo que se verdad... -terminó, mirándome fijamente.

Con un movimiento de cabeza, sin ser brusca, me deshice del agarre de mi hermano. No me gustaba lo que decía.

-No, no le he visto nunca. Sólo el líder y Richard pueden hacerlo, ¿qué esperabas? -dije malhumorada, pero sin llegar a enfadarme. Hice una pausa, reanudando nuestra labor, la cual estábamos a punto de acabar.- ¿Por qué iban a mentirnos? ¿Para qué inventarse algo así? Jacob tiene que existir.-dije, tal vez algo tozuda.

Aun con la mirada de mi hermana, manteniedo firme su rostro, obligando a mirarme, esta deshizo de todo aquello con un movimiento algo brusco... Escuche lo que decia, aunque no estaba totalmente de acuerdo con lo que ella decia... -Pero...¿Quien ha decidido que ellos sean los lideres? ¿Quien ha dicho que tenemos que hacer lo que ellos digan? ¿Jacob?... - Le dije, moviendo mi rostro para hacer que quedemos cara a cara.- Como sabemos que no se lo han inventado todo ellos? ¿Como sabemos que no se lo han inventado simplemente para eso, para ser los lideres, para tener un grupo de idiotas como nosotros a sus ordenes...? La verdad, no me creo nada.- dije, dejando de mirarla, y volviendo a lo que estabamos haciendo...

Sabia que por decir todo eso podria llegar a odiarme, pero me lo estaba guardando ya demasiado tiempo, y algun dia tendria que haberlo soltado. Tarde o temprano...

-Pero...¿Quien ha decidido que ellos sean los lideres? ¿Quien ha dicho que tenemos que hacer lo que ellos digan? ¿Jacob?... -siguió mi hermano. Solté un suspiro exasperado y lo miré malhumorada con una mirada que decía "Mira que te estás poniendo pesadito". Puesto que una no podía montar una tienda a gusto, dejé las cuerdas y la lona y me giré por completo hacia él, con los brazos en jarras.-¿Como sabemos que no se lo han inventado todo ellos? ¿Como sabemos que no se lo han inventado simplemente para eso, para ser los lideres, para tener un grupo de idiotas como nosotros a sus ordenes...? La verdad, no me creo nada.-terminó, volviendo ahora con nuestra tarea.

Lo miré con el ceño muy fruncido. No me gustaba nada lo que decía, de hecho, estaba consiguiendo cabrearme de verdad, pero tampoco iba a dejar de quererle ni nada de eso. Precisamente, por ser mi hermano, me molestaba que dijera todo eso. Si fuese cualquier otra persona me daría igual, pero sabía que su lengua y sus ideas lo podían llevar por mal camino si alguien se enteraba, y eso me preocupaba.

Finalmente, tomé aire para responder, aunque no contesté sus preguntas. No serviría para nada. Dije algo muy distinto.

-¿Sabes qué es lo que me parece que estás haciendo?-le pregunté. Sin esperar respuesta, y antes de que Lazaro abriese de nuevo su bocaza, proseguí.-Creo que lo que estás haciendo es juzgar. Juzgar a Ben, a Richard, y a todos los demás sin motivos ni pruebas aparentes. Juzgar, juzgar como lo hicieron aquel grupo de chicos con nosotros...-al decir aquello, mis ojos se empañaron al recordar la paliza que nos dieron aquellos tipos, y mi voz se quebró en la última palabra.- ¿Recuerdas cómo acabó todo porque ellos nos juzgaron mal? -después, intentando recuperarme, conteniendo las lágrimas y recuperando el control de mi voz, le miré fijamente.- Nos juzgaron mal y no lo merecíamos. ¿Cómo sabes que no estás ahora haciendo tú lo mismo con ellos?

Su mirada, la expresion de su rostro demostraban que comenzaba a enfadarse conmigo... No la culpaba. Tomo aire y parecia dispuesta a echarme la cahrla, como cuando eramos pequeños, pero..aquello me dolio mas que nunca... Escuche atentamente lo que decia, sintiendo como se encogia mi estomago. Me sento como una patada... ¿Porque me recordaba aquello?¿Porque...? Intente responder tras escucharla, pero...no me salian las palabras. Agache la mirada. Ella sabia que me sentia mal por aquello. Me sentia culpable por lo que habia pasado, por lo que le hicieron, y no hacia mas que recordarmelo.

-Yo... Yo... Lo siento.- Dije aun ocultando la mirada. No iba a permitir que viera como se me empapaban los ojos. Me agache para recoger las cuerdas y telas y continuar con lo que estábamos haciendo. No volvi a hablar...No si ella no queria...

Enseguida, nada más decir aquello y ver la expresión de Lazaro me arrepentí de haberlo dicho. Bueno, me arrepentí en parte sí, y en parte no. Pensaba que Lazaro debía dejar de creer eso, y había esperado que diciéndole aquello se diese cuenta de que a lo mejor se equivocaba y solo pensaba mal de los demás. Pero no había pretendido herirle de aquel modo... Al ver su expresión dolida, y cómo habría la boca pero no le salían las palabras, se me cayó el alma a los pies.

-Yo... Yo... Lo siento.-dijo, bajando la cabeza. Después se agachó y siguió terminando de montar la tienda, sin volver a decir palabra.
Seguí con lo mismo sin hablar, abstraída, aún con la imagen de culpabilidad del rostro de Lazaro en mi cabeza.
Cuando, por fin, terminamos de montar la choza, me giré hacia él. Era orgullosa y no me gustaba tragarme mis palabras, pero él era mi hermano. Era mi única familia.

-Lazaro... Jamás te he culpado por lo que pasó, y jamás lo haré... No quiero que nunca pienses lo contrario.-le dije en un susurro.

Ocupándome de la tienda, ya casi terminada, me limpie la humedad de los ojos con el manga de la camiseta, intentando que Arabelle no se diera cuenta de aquello. Alce un poco la mirada cuando la escuche hablar, y me sentí peor aun. No podía permitir que ella fuera la que se disculpara, cuando la culpa de todo la tengo yo. Yo le hice eso, por mi culpa estamos aquí, y por mi culpa empezamos esta discucion estúpida que no lleva a ningún sitio mas que a hacernos sentir peor. La mire y me dirigí hacia ella, cogiendo sus manos con cuidado. -Bells.... Tu no tienes la culpa. Soy yo, que soy un completo idiota. No te preocupes. No volveremos a hablar de esto, ¿Vale? - Le dije mientras la miraba. Acto seguido la envolví con mis brazos con cuidado, apretando levemente para sentirla conmigo. -Te quiero, y siempre te querré. No quiero que te hagan daño. y mucho menos ... yo. - Termine de decir, separándome de ella. -Terminemos con esto...- Suspire y me puse manos a la obra.

Tras decirle aquello, me giré y seguí terminando, amarrando fuertemente la lona a la tierra con las cuerdas y ultimando los detalles.
Sin embargo, me giré cuando escuché sus pasos acercándose a mí. Me agarró las manos y yo le respondí con un cálido apretón y una mirada apenada.

-Bells.... Tu no tienes la culpa. Soy yo, que soy un completo idiota. No te preocupes. No volveremos a hablar de esto, ¿Vale? -dijo. Sin darme tiempo a responder, aunque no habría podido de todos modos por mi nudo en la garganta, me abrazó, y yo lo apreté fuertemente contra mí. -Te quiero, y siempre te querré. No quiero que te hagan daño. y mucho menos ... yo. -en aquel momento alcé la cabeza para mirarlo a los ojos, totalmente conmovida. Finalmente, nos separamos y Lazaro se puso a continuar con nuestra labor.

Sonreí ligeramente con los labios y seguí ayudándole con eso.

-Yo también te quiero, Lazz-murmuré.

Finalmente, unos pocos minutos después acabamos de montar la tienda y, tras cenar, junto a los nuestros y estar un rato más, nos fuimos a dormir.